Abraza tu talento

El talento nace del interior y al escucharlo se siente latir. Al estar con él se está en sintonía con uno mismo. Sin embargo, si se reprime o menosprecia, uno deja su parte esencial a un lado. Para recuperarla es indispensable una dosis entera de amor propio hasta el pleno auto-respeto. De ser así, el interior se llena de significado esencial y entonces se vive desde el sentido y con compromiso hacia uno mismo. De lo contrario, algo bloquea el «ser completamente». En tal caso, es preciso retomar la propia integridad con una reivindicación rebelde que libere el freno de mano, un: «lo siento, pero no me da la gana vivir a medias».   


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